martes, 26 de mayo de 2015

LA OBESIDAD Y EL EJERCICIO FÍSICO

Por: Rodolfo Castro Martínez, M.A.
20/05/2015

Introducción
El exceso de consumo de alimentos ricos en grasa o densos en calorías, unido al hábito de poca actividad física, asociados a factores: hereditarios, neurológicos, culturales y sociales, entre otros, pueden predisponer y condicionar en la persona un aumento de peso corporal a expensa de grasa de depósito.

El aumento de peso producido por los elementos antes expuestos, propician el síndrome endocrino metabólico de la obesidad, y constituye un factor de riesgo de gran significación e importancia en el desarrollo de afecciones que presentan elevadas tasas de morbilidad y mortalidad, como son: la hipertensión arterial, la diabetes Mellitus tipo II, la aterosclerosis, la enfermedad cerebro vascular, el hígado graso, las enfermedades de las vías biliares, la aparición de hernias abdominales, la marcada asociación con la insulina resistencia, las afectaciones sobre el sistema osteomioarticular, el cáncer y las alteraciones en la esfera psicológica. 

Las personas que presentan esta enfermedad o afectación, los mejores resultados obtenidos se ponen de manifiesto en la modificación del estilo de vida, como son: los hábitos alimentarios, la incorporación a la actividad física y al ejercicio físico en su régimen de vida diario, el modo de enfrentamiento a los estresores, las horas dedicadas al sueño, la recreación física y los entretenimientos Deportivos, entre otras actividades que conforman los elementos a tener presente en la calidad de vida.

El estilo de vida no sedentario, tiene como fundamento, el aumento de la actividad física espontánea relacionada con las tareas laborales, y la práctica del ejercicio físico de baja a moderada intensidad, que se ajuste a las características individuales de las personas, con una duración entre 30 y 60 minutos de ejercitación, con una frecuencia de cinco sesiones en la semana.

Qué es la obesidad
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de la masa grasa y en consecuencia por un aumento de peso. Existe, pues, un aumento de las reservas energéticas del organismo en forma de grasa.

El aumento de peso ocurre cuando hay un desequilibrio calórico, es decir cuando la cantidad de calorías ingeridas supera la cantidad de calorías gastadas. Cuando una persona ingiere de forma habitual más calorías de las que puede quemar, el cuerpo almacena las calorías extras en forma de grasa.

Se entiende por obesidad una acumulación excesiva de grasa corporal. Una medida común de evaluación para determinar cuándo es “excesiva” es el Índice de Masa Corporal o IMC.

El IMC se calcula mediante una operación matemática utilizando las medidas de peso y altura. La cifra resultante sirve de indicador general para saber si el peso de la persona entra dentro de un rango saludable. Se divide el peso en Kg entre la altura (en metros) al cuadrado.

Por esto  es necesario realizar otras mensuraciones que permitan la valoración de la adiposidad, y una clasificación adecuada de la personas portadores de esta enfermedad, como son: la inspección visual, la circunferencia de la cadera , la circunferencia de la cintura,  para conocer la distribución regional de la grasa, el estimado de los pliegues cutáneos, el índice ponderal, y relacionarlas o compararlas con evaluaciones para cada región geográfica orientadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), o por tablas nacionales para cada país. Además de conocer a través de la entrevista con a las personas el consumo de energía en 24 horas, el régimen diario de actividad física, la práctica de ejercicio físico y/o deporte, y lo que es más importante la duración y la intensidad del mismo.

Durante los últimos años del siglo pasado, en todo el mundo, se vienen realizando campañas dirigidas a mejorar los hábitos alimentarios de la población, en la República Dominicana no está exenta de dicha compaña, la cual se ha orientado a través de diferentes entidades, como son: El Ministerio de Salud Pública,  el Ministerio de Deporte, el Ministerio de Educación, entre otros.

Los alimentos  son necesarios para la salud siempre y cuando este sea consumido de una forma moderada y balanceada, por el contrario cuando  se ingiere más  cantidad de lo que el organismo necesita para realizar sus funciones vitales, trae consigo un incremento del tejido adiposo, dando paso a la obesidad.

La necesidad energética diaria de una persona está condicionada por su Gasto Energético Total. Este gasto energético total es función de la suma de su metabolismo basal, el efecto termogénico de los alimentos, el trabajo muscular y el factor de injuria.

Este valor se ve afectado por otros factores variables, a saber: La superficie corporal, la masa magra, el sexo, la edad, el embarazo (en el caso de las madres), la raza, el clima, las alteraciones hormonales, los estados nutricionales actuales, y otros factores.

La cuantificación del sobrepeso u obesidad debe realizarse mediante el índice de masa corporal (IMC), Se considera como obesidad un IMC superior a 30.

El tratamiento de la obesidad se apoya en cuatros aspectos fundamentales:

Educación para la salud
El obeso debe conocer todo lo relacionado con la obesidad, por lo que la información constituye un pilar fundamental. Lo ayudará a comprender su problema y a erradicarlo adecuadamente.

El apoyo psicológico
Es un aspecto de mucha importancia las personas obesas, ya que una gran parte de los obesos son muy ansiosos, y esto le da más apetito, además es significativo descubrir las motivaciones que puede llevar a cada persona a interesarce por reducir del peso corporal.

Dieta
Sin ella no hay reducción de peso. La dieta debe ser hipocalórica (baja en calorías), calculada para las 24 horas del día, fraccionada en seis comidas, individual, en dependencia del gusto de cada persona y su familia, ya que surge de lo que come la familia, solo que reducida en cantidad. Debe ser calculada a razón de 20 calorías por kilogramos de peso ideal.

Ejercicio Físico
Los ejercicios más recomendados para ser realizados por los obesos son los aeróbicos, por consumir mayor cantidad de energía y crear menos productos de desecho nocivos al organismo (como el ácido láctico), así como por utilizar como fuente de energía, además de los carbohidratos, los lípidos. Estos procesos aeróbicos se logran con ejercicios de larga duración, sin ser excesivamente prolongados, efectuados con un ritmo lento o medio y la participación de grandes grupos musculares con esfuerzos dinámicos. Aunque hoy en día el ejercicio con pesas, es un componente importante en el entrenamiento de los obesos ya que hace aumentar el volumen muscular y esto contribuye a mantener un metabolismo basal elevado.

Como podemos ver el tratamiento del obeso es multifactorial, aunque fundamentalmente está sustentado sobre la combinación de los dos últimos pilares: Dieta  y el Ejercicio Físico.

La combinación de una dieta generalmente hipoenergética (adecuada para la constitución y la forma de vida de cada sujeto), acompañada de ejercicios moderados permanentes, es una buena opción en la prevención y tratamiento de la obesidad. El ejercicio no solo conserva sino inclusive aumenta la masa muscular, la combinación de ambos enfoques permite que ni la dieta sea tan estricta ni el ejercicio tan vigoroso, lo cual facilita la permanencia del obeso en el programa de reducción de peso.

La actividad física con personas obesas, exige ser planificada progresivamente por tiempo, tandas, repeticiones, cantidad y complejidad de los ejercicios con movimiento. El carácter terapéutico de los Ejercicios físicos está condicionado en la obesidad por la estimulación y normalización del metabolismo de los carbohidratos, lípidos y las proteínas.

El Ejercicio Físico sistemático aumenta la síntesis de glucógeno en el músculo y en el hígado y disminuye los depósitos de grasa en los adipositos. Los músculos no entrenados durante una carga breve cubren su consumo de energía en lo fundamental por la movilización de la glucosa, en cargas físicas más duraderas, los ácidos grasos libres, aumentan la mayor parte del suministro de energía.

Los ejercicios en condiciones aeróbicas son más convenientes para ser realizados por obesos, por consumir mayor cantidad de energía y crear menos productos de desechos nocivos para el organismo, así como por utilizar como fuente de energía, además de los carbohidratos, los lípidos.

Cabe destacar que para el éxito del trabajo con obesos, es necesario tener en cuenta un programa de ejercicio físico que sea placentero y que a su vez convine varias formas de trabajo para mantener el nivel de satisfacción y la permanencia de las personas en el área donde se realiza la actividad física.

Cada programa debe ser elaborado por un personal capacitado del área de la Educación Física y Deportes, Cultura Física o que sea afines a esta, el cual debe ser aplicado en áreas de rehabilitación, de Cultura Física terapéutica y en centros especializados dirigidos al tratamiento de la obesidad.

Las orientaciones, recomendaciones y normas están sustentadas en el quehacer diario de los profesionales de la Educación Física y Deportes o Cultura Física y constituyen experiencias de avanzada en la aplicación del ejercicio físico en la atención a las personas o pacientes obesos.

Es importante destacar que un programa de ejercicio físico es fundamental acompañar una correcta alimentación con la realización de ejercicio físico para poder conseguir un desarrollo corporal adecuado.

El programa de ejercicio físico debe cumplir con unas determinadas condiciones:
Calentamiento: debe tener una durante 10 a 15 minutos.
ü  Tipo de trabajo físico: Cardiovascular (aeróbico), no superar las 150 a 160 pulsaciones por minuto.
ü  Etapas: Dividido en etapas de 20 a 25 minutos cada una durante las primeras semanas.
ü  Intensidad: Se incrementa en 3% cada 3 minutos entre 50% a 60%.
ü  Frecuencia: entre 45 a 60 minutos tres días a la semana

Este tipo de programa de ejercicio físico de tipo cardiovascular (aeróbico) involucra grandes masas musculares y están directamente asociados a una mayor utilización de la glucosa.

Algunos ejemplos de deportes o ejercicios a realizar de tipo aeróbico son la carrera continua, los deportes colectivos, natación, bailes, bicicleta, entre otros.

Es muy recomendable realizar ejercicios respiratorios para aprender a dosificar el esfuerzo y llevar un ritmo adecuado.

Ejercicios de estiramiento muscular al final de cada sesión de ejercicios.
La práctica de actividad física va a permitir un aumento del:

ü  Gasto energético.
ü  Estímulo de la respuesta termogénica aumentando la tasa metabólica en reposo.
ü  Aumento de la capacidad de movilización y oxidación de la grasa.
ü  Reduce la resistencia a la insulina.
ü  Mejora la capacidad cardiopulmonar (aeróbico).
ü  Baja la presión arterial.
ü  Reducción de la grasa corporal y aumento de masa magra.


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